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lunes, 1 de agosto de 2011

Mi gaita de ébano

                                                      



Que no es por ná, que si fuera de plastiquillo
 la querría igual.
Ando practicando por donde me dejan, claro. Ya no me ahogo ni me atarugo con el fuelle. Todo es ponerse y practicar. Tengo que decir lo espectacular de su sonido dentro de la bodega, al laíco del fuego, con una sidra para hidratar. Salen las melodías por el ventano que se matan. Poco a poco.

POST-DATA:¡Ja ja ja! ¿Alguien tiene todavía cassettes de los de antes? Yo tengo un montón. Pues es que con la historia de la gaita quise triunfar el otro día y me metí en el coche con la intención de hacer 160 kilómetros escuchando a Milladoiro a ver si pillaba alguna melodía. Cogí la cajita de la cassette y la abrí con todas las ganas... allá por el km 3 descubrí que no era Milladoiro sino una patética música para entrar en trance o tirarte por la presa. Una "música" de hace unos 15 años, de cuando los pastilleros retrasados aspirantes a tuneadores de Ford Fiesta hacían el jilipollas por los polígonos discotequeros. En fin, no fué por la ventanilla por aquello de reciclar pero ganas no me faltaron. Donde estén los cedeses...

POST-DATA 2: me ha dicho un pequeño y folclórico pajarillo que Garfield, el gato ese naranja, ha dicho que la gaita es el instrumento más odiado del mundo...¿Será una indirecta?

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