Plantas tintóreas (cap. 6)

lanas teñidas en Marrakech (Foto sacada de http://andaringallardo.com/2010/03/)

Es necesaria cierta explicación sobre los tintes en general, por si alguien está un poco verde en el asunto: los tintes NATURALES son sustancias que tienen la capacidad de transferir color a determinadas fibras. Pueden clasificarse según su origen: 

1. vegetal (hojas, cortezas, raíces, flores, vainas, bayas,

    semillas, líquenes, cáscaras…)

2. animal (cochinilla, púrpura…)

3. mineral (hierro, cobre, zinc… y sus óxidos)

Dependiendo del origen del tinte su extracción se hará por maceración, hervido, licuado o decantación.

También se clasifican según cómo sea el proceso de teñido. Algunas sustancias tiñen por sí mismas, son los llamados tintes sustantivos. Otras necesitan “vehículos” intermedios (los mordientes) para unirse químicamente a las fibras. Y existe otro grupo de tintes llamados “de tina” cuyo proceso es un poco más complicado ya que el color aparece mediante la oxidación posterior a la inmersión de las fibras en el baño de tinte, al contacto con el Oxígeno.

El color de la planta y el color del tinte que de ella se obtiene, no siempre se corresponden.

Con el descubrimiento en el siglo XIX de los colorantes químicos, estos conocimientos y técnicas ancestrales se han ido olvidando y abandonando. Al sintetizar en laboratorios las sustancias con capacidad tintórea de las plantas, se ha perdido la emoción de teñir con lo que la naturaleza nos ofrece al alcance la mano. (“Haz lo que puedas, con lo que tengas, allá donde estés”. Theodore Roosevelt). Los tintes a base de compuestos sintéticos son muy estables a la luz y resistentes al lavado. Algunos se obtienen de productos intermedios de la destilación de alquitrán de hulla. Las sustancias obtenidas son incoloras pero absorben ciertas longitudes de onda de la luz que producen efectos de color. Están en estudio los perjuicios que estas sustancias pueden ocasionar a nuestra salud, ya que pueden contribuir al padecimiento de dolencias graves. A esto podemos añadir que el color negro es especialmente “venenoso”. Por ésta y otras razones, la tintura con materias naturales (vegetales o animales) resulta más romántica, más sincera y, sobre todo, más gratificante porque permite al nuevo tintorero experimentar infinitamente con casi cualquier planta que encuentre a su paso.